En
el
principio
existía
la
consciencia
no
condicionada
de
ser,
y
la
consciencia
no
condicionada
de
ser
se
tornó
condicionada
al
imaginarse
que
era
algo,
y
la
consciencia
no
condicionada
de
ser
se
convirtió
en
aquello
que
había
imaginado
ser.
Así
comenzó
la
creación.
Libro: Tu fe es tu fortuna